La inversión en acciones está dirigida a inversores interesados en participar activamente en el mercado financiero y en la propiedad de empresas. Es adecuada para aquellos que buscan involucrarse en el crecimiento y desarrollo de diversas compañías y que están comprometidos con un enfoque a largo plazo.
Esta forma de inversión es ideal para inversores que disfrutan analizando el desempeño económico y empresarial y desean influir, aunque de manera indirecta, en las decisiones estratégicas de las empresas en las que invierten.